ENCONTRANDO AL TRIATLETA

Hace unas semanas inauguraba mi blog con una entrada titulada "Buscando al triatleta".
La de hoy la he titulado así porque llevo ya unos días creyendo ver a un individuo que se pone mis zapatillas y sale a correr por los parques de Alcorcón, se monta en mi bici y sale a rodar por la carretera de Los Pantanos, e incluso usa mis gafas y mi gorro y nada en la piscina de Santo Domingo.
Juraría que es él. Es ese triatleta que se esfumó aquel día en aquella carretera de Cape Town.
No le había vuelto a ver desde entonces. Pude ver un tiempo atrás a alguien entrenando y compitiendo muy parecido a él: misma estatura, mismo color de piel y de pelo e incluso misma ropa,... pero no era él.
Ahora estoy seguro. Le vi en Coruña el pasado fin de semana y he vuelto a verle este sábado en Tres Cantos. Efectivamente mono azul, CTOA y RODRIGUEZ en el pecho. Era él.
Él ha vuelto y no lo ha hecho gracias a un duro entrenamiento. En realidad lleva con bronquitis, antibióticos y pastillas para la alergia desde Semana Santa. En las casillas de su tabla de volúmenes de entrenamiento apenas dejan verse tímidamente unos cuantos números, sin demasiados ceros, mientras el recuadro de las series lleva ya meses sin recibir la visita de un sólo paréntesis o signo de multiplicar.
Sé que ha vuelto. Sé que es él. Es el triatleta de siempre y no encuentro explicación técnica, científica o fisiológica para explicarlo. Explicar que tras llevar tantas semanas en la sombra encadenando las consecuencias de un accidente con una enfermedad y sin apenas entrenamiento, llegue un día en el que ponga pie en tierra tras bajarse de la bici para hacer Top-10 en un Cto España haciendo un parcial de 15'47.
Puede que todo tenga una sencilla explicación. Pese a que aquel día muchos sueños y expectativas se quedaron sobre el asfalto, su ilusión se mantuvo intacta. Quizás su cuerpo necesitaba más tiempo de lo que él pensaba para recuperarse, quizás él necesitaba sentirse en casa rodeado de los suyos.
No volvió de África corriendo a 2'50 y nadando a 1'05, pero su ilusión vino más reforzada que nunca. Él ve todo de un modo distinto. Él ha crecido, y por todo ésto creo que para verle de nuevo sólo era cuestión de esperar.
Próximo domingo, Grand Prix de Dunquerke con su equipo francés.
A seguir cosechando experiencias, a seguir persiguiendo sueños.

He falls down, but he stands up again and again.
"Él cae, pero se levanta una y otra vez".