viernes, 29 de abril de 2011

TRISTE PERO CIERTO

Cuando hice mi blog jamás pensé que lo utilizaría para colgar noticias o artículos de este tipo, pero de cierto modo escribiendo ésto conseguiré sacar al menos parte de mi frustación.
Salgo esta mañana en bici desde mi casa y en una de las avenidas más importantes de Alcorcón llego a la altura de un semáforo de "pulse peatón" en rojo. Como hacemos todos o casi todos en estos casos en los que no se trata de un cruce o intersección sino una calle ancha y con mucha visibilidad es reducir la marcha, subir un par de piñones y pasar despacio. Tras pasarlo de este modo oigo el claxon de uno de los coches que permanecía detenido delante del semáforo, al cual no presto importancia y me olvido. Unos metros más para alante en la misma calle escucho un acelerón, miro a mi izquierda y el morro de un coche me cierra contra el bordillo. Como acto reflejo saco la cala del pedal y al ver que el coche vuelve a su carril no llego a detenerme. Vuelvo a meter el pie en el pedal y miro atónito al conductor de este Peugeot 305 gris, un hombre de unos 50 años que al tiempo que baja la ventanilla del copiloto empieza a llamarme de todo y a decirme que el semáforo está para todos. Como si de un director de equipo que se coloca al lado de su ciclista para transmitirle la táctica de carrera se tratase, este hombre se tira como 200m diciéndole lo mismo hasta que le digo que tire y que me deje en paz con otras palabras (ande y váyase a tomar por culo). Llegamos a un embotellamiento, yo continuo por el lado derecho libre de la calle, giro a la derecha en la siguiente intersección y un sexto sentido me dice que no me fie y me suba al bordillo cuando en décimas de segundo escucho el acelerón anterior mucho más fuerte acompañado de un "hijo puuuutaaaa" como si le fuera la vida en ello, como si hubiera matado a su familia. La gente que paseaba por la acera en ese momento, se queda atónita mirando la situación.
Un apunte a destacar, es que en uno de los asientos de atrás este buen hombre llevaba una sillita de niño pequeño. Por suerte a esas horas se encontraría en la guardería o en el colegio y no pudo contemplar semejante espectáculo.
Vengo de un accidente reciente sufrido en la carretera del cual debo considerarme afortunado por lo que pudo pasar y no pasó. En aquella situación el hombre simplemente alegó que no me vió, posiblemente se distrajo y para nada creo que fuera intencionado. Lo de hoy no ha tenido consecuencia física alguna, pero ¿cuál de los dos casos duele más? ¿el dolor físico o el poder comprobar en primera persona que en la sociedad en la que vivimos no sólo no se respeta al ciclista sino que se le odia?
Pues así es señores, triste pero cierto...

4 comentarios:

  1. k triste tio , la gente esta fatal!

    un abrazo tio

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  2. Dani por desgracia ocurren cosas de estas, aunque sea cierto que a veces nosotros con la bici,pues también cometemos nuestro fallito...pero a pesar de eso la gente no tiene nada de educación
    un abrazo crack

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  3. mucho animo dani, gentuza hay en todos los sitios, cuando cogemos un volante nos olvidamos del resto de usuarios de la via. espero q estes bien

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  4. Hola Dani, yo tambien vivo en Alcorcon y tengo que cruzar la ciudad para llegar al tres aguas, la verdad es que es un infierno, voy mucho mas seguro durante 90 km por carretera que los 2 km que hago por la ciudad.
    Yo suelo salir casi todos los días por la mañana bien a correr a Polvoranca o con la bici (90-100 km), es posible que nos hayamos visto alguna vez. A ver si coincidimos algun día. Mucha suerte con tus competiciones. Un saludo

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