viernes, 30 de diciembre de 2011

GOOD BYE 2011

Buenas fechas para dejarme ver de nuevo por mi blog, buenas fechas para analizar, buenas fechas para felicitar, desear y agradecer a todos aquellos que estuvieron, están y estarán siempre.

Largo tiempo ha pasado desde mi última entrada, por ello pido disculpas a todos aquellos que seguís mis aventuras y desventuras deportivas y personales. Digamos que he estado sumergido en asuntos académicos, unos asuntos académicos que me temo se alargarán por lo menos hasta junio. Quiero dar por finiquitada mi carrera de Ciencias de la Actividad Fisica y Deporte y ello requiere de gran parte de mi tiempo, añadido a mi labor como técnico del CTOA y como entrenador personal dentro de la Empresa Personal Running.

Terminadas las excusas, pasemos a analizar. Termina el 2011, año... digamos... complicado. Como podríamos resumirlo en una frase?? "Año de proyectos e ilusiones deportivas que se rompieron por circunstancias del destino (no creo en la suerte) pero que dieron paso a la madurez y el crecimiento personal".
Comenzó la temporada pronto para mí, en Enero ya estaba viajando a Sudamérica a disputar las primeras Copas Continentales del calendario ITU, con el objetivo principal de conseguir puntos para ir subiendo posiciones en el Ranking Internacional y tener así opciones en verano de poder estar en las competiciones más importantes, las que reparten los puntos para los Juegos. Dos Top-15 en Argentina y Chile y unos cuantos puntos que pudieron ser más sino hubiera sido por una serie de circunstancias meteorológicas "adversas" podríamos decir.
Vuelta a España por unas horas, y rumbo a Sudáfrica en lo que significaba para mí mi primer contacto con la dedicación plena a un deporte. Único objetivo entrenar y preparar las Copas de Europa de Portugal y Turquía de Abril. Mes y medio de buenos entrenos, buenas sensaciones y una puesta a punto que iba cogiendo forma dia tras día, hasta que una furgoneta se cruzó en mi destino. Bicicleta
hecha cachos y un mes prácticamente en cama.
Siguiente cita la Copa de Africa de Porth Elisabeth (SA) 800km de coche y toda la ilusión del mundo por sentirme dentro de una competición, volver tras mi accidente y por qué no agarrar unos cuantos puntos de oro. Todo se quedó en el tintero. La cabeza quiso pero el cuerpo no pudo. Todo demasiado cercano,  demasiado reciente supongo. Una semana de entreno tras el parón salieron a relucir en los tres segmentos. No había fuerza, estuve fuera de carrera desde el principio, pero acabé. Acabé derrotado, pero acabé. Tras unas semanas en la sombra, donde veía todo negro aquella competición volvió a llenarme de ganas e ilusión.

15 días después, estaba volviendo a España, me despedía así de un continente que me había dado tantas risas como lágrimas, un continente que puedo asegurar que me forjó como deportista y como persona.
Aterricé en Madrid también por unas horas, ya que en seguida me pondría rumbo a Antalya (Turquía) donde hubo más de lo mismo. Ilusión toda, fuerza ninguna. Puesto cincuenta y... ni me acuerdo. Semana siguiente, segundo asalto: Quarteira. Última oportunidad para sumar esos dichosos puntos y mantenerme en la pomada internacional. Entrenador, amigos y la insistencia de mi compañero y amigo Richard Murray, invitado de honor en mi casa durante esos días me convencieron para creer que mi forma era buena, que lo que había entrenado en sudáfrica anterior al accidente tendría que salir, y que lo que había ocurrido en Turquía había sido consecuencia del cansancio por el largo viaje por lo que decidí acudir a Quarteira, sumando el hecho de que mis padres y mi hermana vendrían conmigo y estarían allí animando. Resultado: abandono. Aquí ya sí que no hubo fuerzas ni para terminar. Vuelta a Madrid en lo que puede que fuera mi viaje más largo. Muchas preguntas en mi cabeza, muchas dudas que me hicieron llegar a pensar que las heridas que produjo el accidente fueron más profundas de lo que todos creíamos.
La siguiente cita, Dunquerke (Fr) primera prueba del Grand Prix con mi equipo francés a quienes no pude decir que no pese a mi mal estado de forma, que tampoco sale...
Vuelta a España, y tiempo de recapitular, de someterse a pruebas, de visitar fisios, osteópatas y descartar posibles agujeros del saco por donde se pueda estar saliendo todo. Una vez todo atado, es tiempo de empezar de 0, de volver a encontrar la motivación y las ganas cuando de pronto te encuentras que todos tus planes y esperanzas para este año se han torcido. Que todo ha salido alrevés.
Entonces, es verdad eso que dicen de que las desgracias no llegan solas. Por una serie de desencuentros y decisiones de la Dirección Técnica de la FETRI que no considero justas ni oportunas decido renunciar a mi Beca de Externo en el C.A.R de Madrid (sugiero leerse la entrada Good Bye Blume para todo aquel que no sepa de la movida).
Nos metemos en verano y toca redireccionar objetivos. Entrenando en casa gracias a las ayudas y facilidades de mi club y el ayuntamiento de Alcorcón, comienza mi lucha por volver a encontrar a ese triatleta desaparecido, trato de encontrar metas, de agarrarme a algo que vuelva a ayudarme a desplegar las alas para volar de nuevo. Mi club me da la oportunidad de hacerme cargo del equipo como técnico, y el hecho de poder ayudar al equipo tanto como entrenador como triatleta en las competiciones nacionales resulta ser un punto clave en esta historia. Todo ello hace que desconecte de los temas federativos y encuentre ilusión por competir y disfrutar con migente, a hacer competiciones que hacía tiempo que no corría. Poco a poco voy recobrando la forma, a sentirme agusto en los entrenos, entrenando cerca de casa y rodeado de buenos amigos.
Toca volver a Francia, esta vez Paris y esta vez sí sale. El miedo y las dudas me invade antes de lanzarme a las aguas del Sena, bajo la Torre Eiffel. Finalmente puesto 30º a menos de un minuto del primero, Alistar Brownlee, bajando mi marca personal en los 5km y manteniendome en el grupo de cabeza durante toda la carrera. Estaba claro que algo había cambiado. Volvía a ser yo, poco a poco, tanto física como mentalmente.


 


Al finde siguiente llega la alegría más grande del año: el equipo vuelve a hacer podium en la competición por equipos más importante a nivel Nacional, la Liga de Clubes. Medalla de bronce y un quinto puesto para mí que me empuja y me da ánimos para seguir adelante. Dos buenos resultados en 15 días que me dan una gran dosis de confianza y hacen sentirme más cerca de mi pleno rendimiento.

Dos citas grandes quedan pues desde entonces: Copa de Europa de Banyolas y Cto de España. El destino me da otra oportunidad, y aquellos puntos ya lejanos conseguidos en Sudamérica me permiten entrar por los pelos en el Start List de Banyolas. Objetivo número 1, lo marco en el calendario y lo veo como mi regreso a las competiciones internacionales. Los malos tiempos quedaron atrás, los recientes resultados sumados a la ambiciosa, cuidada y específica puesta a punto que tuve apoyado y supervisado a diario por mi entrenador, Cesar Varela, cerrando entrenos con crono en mano a pie de pista que nunca había hecho, tendrían q dar sus frutos.

Dia D, hora H... y no salieron los frutos.
Antiguos fantasmas del pasado salieron desde que toqué el agua de aquel lago. Esta vez las causas no tuvieron q ver con las anteriores, más bien creo que el motivo fue totalmente lo contrario. Alargamos mucho la preparación, con entrenos y semanas muy duras y sólo dejamos una de recuperación. No hubo asimilación, tal vez por esa falta de base perdida en mis meses convalecientes. Entrenos demasiado intensos como para pretender asimilarlos sin haber realizado un volumen decente en los primeros meses. Tuvimos que arriesgar, y no salió. Aprendimos y de este modo dijimos adiós definitivamente a las competiciones internacionales.


Ya sólo quedaba una gran cita, la última gran cita: El Cto España Absoluto. La prueba reina del calendario por excelencia, una prueba especial que pese a ser en una fecha tan tardía del calendario siempre las ganas te ayudan a prepararla y hacerlo bien. Finalmente puesto 13º, sin más. La temporada desemboca finalmente en una actuación decente pero que se aleja de mis espectativas, que describe por sí solo el transcurso de la misma, muy lejos de los puestos que creo que me corresponden, tras tres años consecutivos sin salirme del Top-10.


Una vez llegados a este punto, un análisis no es un análisis sin una conclusión, y ahora que todo está más lejano me es más facil encontrarla. Creo que simplemente cuando algo comienza torcido ya es imposible enderezarlo. Tras el accidente y el parón, hemos tratado de reconducir la planificación, de adaptarla a las competiciones, de tratar de superponer unos pilares sobre otros inestables e incompletos, de improvisar. Desgraciadamente las competiciones más importantes, de las que todo dependía, llegaron demasiado pronto.
Por otro lado, en cuanto a mi rendimiento respecta, supongo que por más que te empeñes, y las ganas y la cabeza quieran tirar hacia delante el cuerpo no es una máquina y nadie sabe los procesos internos que sufre y las consecuencias que provocan percances como el que yo sufrí. Pese a que aparentemente todo fue superficial, "chapa y pintura" como suele decirse, por un lado no dejó de ser un atropeyo a una velocidad considerable de una aparatosidad considerable donde aunque no hubo nada roto y a priori no notara nada semanas después entrenando alguna consecuencia tuvo que tener por algun lado a nivel funcional que me impedía rendir como es debido; y por otro lado lo que tuvo que luchar el organismo en esas largas noches de fiebre para controlar la infección sobre todo de la herida más profunda que afectaba el tendon rotuliano tuvo que tener su consecuencia a nivel fisiológico.

Ahora lo veo claro, quise quitarle importancia y seguir como si nada, porque me negaba a reconocer que no iba a estar listo para esas primeras competiciones clave de Abril-Mayo, pensándolo fríamente es lo que pienso. Tuve que haber parado del todo hasta que no estuviera todo en su sitio y controlado por expertos. Olvidarme de presiones, federaciones y competiciones internacionales. En su día yo no fui capaz de verlo así, pero... de todo se aprende.

Si todo ha sido así, es porque así tenía que ser. No hay más. No hay nada por lo que lamentarse ni arrepentirse. Todo lo hice persiguiendo un sueño, y fue feliz intentándolo.
En lo deportivo podríamos decir que ha sido un año de altibajos que se alejan muchísimo de las espectativas y de lo que esperábamos, con resultados malos, regulares y buenos (pocos), pero que en lo personal me ha ayudado a levantarme cuando caigo, a sentirme orgulloso de mí mismo por mostrarme fiel en todo momento y mantener el rumbo hacia mis sueños, he aprendido de mis errores, a quererme más, a quitar o dar importancia a las cosas que verdaderamente la tienen, a mirar siempre hacia delante y a darme cuenta de que la felicidad no está en la meta, sino en el camino.

Por lo tanto, y como conclusión final, no tacho este 2011 como un año donde todo se torció y haya que olvidar, al contrario, siempre lo recordaré como el año en que caí y me levanté, como el año en que subí unos cuantos escalones de golpe en ese camino hacia la madurez y el crecimiento personal.

Cuando llegue el momento, volveré, e intentaré llegar  lo más alto que pueda, porque esto no queda aquí, porque me veo en la obligación de hacerlo, porque sé a donde he llegado y sé que puedo llegar más allá. Porque mantengo las ganas y la ilusión del primer día. Porque amo este deporte y sin él no sería lo que soy. Porque la competición me hace sentir vivo. Porque necesito medirme con los mejores. Porque no tengo elección...

Bueno, finalmente me ha salido una entrada larguita..., yo es que publico poco pero cuando publico... publico.

Quiero aprovechar para felicitaros la navidad a todos, desearos un Feliz 2012 donde cada uno de vuestros días sea una lucha por cumplir vuestros sueños, y que en cada uno de esos días encontreis la felicidad haciéndolo.

También aprovecho para dedicar esta última entrada a alguien que es más que un hermano para mí, alguien sin el cual seguramente no estaría escribiendo estas palabras. Alguien que me guió con su luz cuando sólo había oscuridad, alguien que me animó cuando sólo había desánimo y pesimismo, alguien que me enseña cada día a sacar lo positivo y es capaz de dar lecciones prácticas de como hacerlo aun estando en la cama de un hospital con una pierna rota...

Va por ti Deibit!!! Ánimo!! The Cape Spirit, always in our mind, always in our heart!!

2 comentarios:

  1. Amen dani,amen.
    Gran entrada,larga pero con cabeza y sentimiento
    Pronto volveras a estar arriba,lo aseguro
    Un abrazo

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  2. Daniam, me da la sensación que el 2011 ha sido el mejor año de tu vida, recuérdalo como tu escudo personal.
    Un abrazo

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